Un ático de 140 m2. El cliente compró la vivienda para inversión. Su demanda fué convertirlo en un piso de alto standing para su alquiler.
El límite presupuestario era una condición muy importante.
El edificio se construyó en los años 80, y el interior del apartamento conservaba la estética de la época. Se hizo una reforma completa.
Con la premisa de tener cuatro habitaciones y tres baños completos, un amplio salón comedor, cocina y office, me enfoqué en reestructurar completamente el interior de la vivienda, poniendo especial atención en encontrar una buena distribución y en aprovechar la luz natural.
Se consiguieron espacios y recorridos cómodos, amplios y versátiles. A pesar de las limitaciones presupuestarias pude escoger materiales de alta calidad para que perduren en el tiempo. Los muebles de materiales nobles y líneas sobrias fueron diseñados a medida para la vivienda, reforzando de esta manera el ambiente de exclusividad que demandaba el encargo.