Fue un encargo muy singular, se trataba de convertir un taller mecánico de 600 m2 en unas oficinas para una empresa que se dedica a ofrecer servicios en el sector de las telecomunicaciones.
El proyecto entusiasmó al cliente desde el inicio. Se desarrolló la parte técnica y creativa hasta el final. Fue un buen reto en colaboración con arquitectos e ingenieros, donde se estudió cómo realizar la propuesta aplicando nuevas tecnologías como termodinámica, domótica, e iluminación.